Tras la entrada en vigor de la Reforma Laboral impuesta por el Gobierno, el empleo precario gana terreno. La juventud tiene ahora menos empleo (1.064.970 menos en los menores de 35 años desde 2011) y empleos cada vez más precarios (con menos derechos y menor participación en el diálogo social, menor acceso a la sanidad o la educación pública, menos protección social y peor situación a la hora de acceder a las pensiones en un futuro). Frente a esta complicada situación, UGT considera fundamental desarrollar un plan de choque para el empleo dirigido especialmente a jóvenes y parados de larga duración, un plan de apoyo a la industria, - sector que ha perdido el 21% de su mano de obra desde 2008-, otro plan de apoyo para la I+D+i e inversión pública, una dotación presupuestaria suficiente para que el mayor número de estudiantes tengan acceso a becas - con criterios realistas de selección- y que se cumpla con las exigencias de la UE y no se pongan más trabas a los jóvenes que quieren forjarse un futuro.
Todas las medidas impulsadas por el Gobierno para facilitar, supuestamente, el acceso al empleo, están basadas en la precariedad laboral, provocando, según el Boletín del Departamento de Juventud de UGT ?Precariedad popular? entre otras cosas:
Una elevada destrucción de empleo entre los jóvenes. La tasa de paro de los menores de 35 años asciende al 47% y además, los menores de 35 años cobran 2,4 veces menos que el resto de los trabajadores.
El salario medio anual de la juventud es de 10.445,70 euros (746,12 euros mensuales) y las mujeres jóvenes cobran un 18,70% menos que los hombres, lo que supone 1.953,52 euros de diferencia. Una situación que les impide alcanzar una autonomía económica real y retrasa su emancipación, elemento desencadenante de exclusión.
Más del 44,36% de los contratos destinados a jóvenes son temporales. Además, para los menores de 35 años, la jornada completa se ha reducido en un 78,7% mientras que la jornada a tiempo parcial ha aumentado en un 13,5%, debido a que en esta reforma fomenta el contrato a tiempo parcial.
A un 37% de los jóvenes con jornada parcial, les gustaría aumentar sus horas de trabajo, principalmente en el grupo de edad de 25 a 34 años, de manera que este tipo de contratación no es la solución para los jóvenes.
Frente a esta complicada situación, UGT considera fundamental desarrollar un plan de choque para el empleo dirigido especialmente a jóvenes y parados de larga duración, un plan de apoyo a la industria, - sector que ha perdido el 21% de su mano de obra desde 2008-, otro plan de apoyo para la I+D+i e inversión pública, una dotación presupuestaria suficiente para que el mayor número de estudiantes tengan acceso a becas - con criterios realistas de selección- y que se cumpla con las exigencias de la UE y no se pongan más trabas a los jóvenes que quieren forjarse un futuro.