Se confirma sentencia dictada por la Audiencia Nacional que estimó la demanda de tutela de los derechos de libertad sindical presentada por CHTJ-UGT.
Mediante sentencia del día 8 de octubre de 2009, que nos ha sido notificada el viernes pasado, el Tribunal Supremo condena a la empresa Leroy Merlin, y a FETICO y USO, como autores de prácticas antisindicales, contrarias al derecho fundamental de libertad sindical.
El conflicto se remonta al proceso de negociación del convenio de empresa en el año 2007; en el que la empresa, en connivencia con Fetico y USO, pretendió reducir el número de miembros de la Comisión Negociadora, con la intención de que Fetico, con la suma de USO, tuviera una posición de mayoría en el banco social.
De no manipularse el número de miembros de la Comisión Negociadora, Fetico y USO no ostentaban la mayoría de la representación, no pudiendo firmaren solitario un convenio colectivo de eficacia general.
Fetico y USO, con la connivencia de la empresa, aprovecharon su mayoría en el Comité Intercentros de Leroy Merlin, para alterar la composición natural de la Comisión Negociadora, con desprecio a las reglas democráticas, y asegurarse una posición de mayoría de la representación sindical, basada en una maniobra ilegal y antisindical en perjuicio de los sindicatos de clase UGT, y también CCOO.
Este varapalo del Tribunal Supremo a la empresa Leroy Merlin, y su aparato Fetico, con la suma de la minoría de USO, que se prestó a esta maniobra, dejan en evidencia una situación de atropello y vulneración de los derechos fundamentales de libertad sindical en esta empresa, que resulta especialmente penosa.
En un país democrático no son de recibo actuaciones tan graves de menoscabo de la libertad sindical y de alteración y manipulación de la democracia sindical.
La empresa Leroy Merlin de esta forma es calificada por el Tribunal Supremo de empresa que vulnera los derechos fundamentales de los sindicatos y de los trabajadores en su seno; y este especial y cualificado demérito pone en entredicho su propio prestigio empresarial y comercial.
Los responsables últimos de esta situación deberían de responder en el seno de la empresa, depurándose de forma inmediata las debidas responsabilidades.
Sus trabajadores y trabajadoras, los consumidores y consumidoras, la sociedad en una palabra, exigen que además de no volver a repetirse conductas semejantes en el futuro, se depuren las responsabilidades correspondientes en su seno de la empresa Leroy Merlin.
De lo contrario Leroy Merlin podrá presumir entonces de ser una empresa que tolera la violación de los derechos fundamentales y la vulneración de la democracia en su seno. Penoso bagaje de una empresa que no merecería a unos directivos irresponsables.