En el día internacional de la eliminación de la discriminación racial, UGT quiere recordar que debatir sobre el control del acceso de las personas a fronteras españolas, no es debatir sobre inmigración, ni siquiera sobre la regulación de la inmigración. Confundir la parte con el todo, tiene consecuencias negativas para la sociedad española, y hace olvidar que forman parte de la población española millones de personas de nacionalidad extranjera que, por distintas razones, están afrontando la crisis económica y el desempleo con más dificultades que el resto, y que al mismo tiempo, miles de personas salen de España para convertirse en inmigrantes en otros países por carecer de oportunidades en este país. UGT ha elaborado un informe ?Desigualdad por nacionalidad en el mercado de trabajo? sobre la posición de las personas de nacionalidad extranjera en un mercado de trabajo que es precario y desigual para el conjunto de la población.
A raíz de los sucesos de la Ciudad Autónoma de Ceuta y posteriormente las entradas en Melilla, el Gobierno propone un pacto de estado sobre inmigración al resto de partidos políticos. Desde el punto de vista de UGT, esto no es un Pacto de Estado, ni su objeto es la inmigración.
Un Pacto de Estado siempre ha de nacer del consenso, y no del intento de elevar a asunto de Estado, una situación puntual en la que se cuestionan las decisiones del Gobierno. Todos sabemos cuáles son las causas profundas de la migración, tanto de la que recibimos en Ceuta y Melilla, como de la generamos, sobre todo en los últimos años, hacía otros países. La búsqueda de mejores condiciones de vida. Y cuales son las soluciones: la mejora de la situación de los países emisores para que la migración sea una opción, y no la única oportunidad, a veces, de conservar la vida. La implicación de la Unión Europea es necesaria, y también la de España, pero no solo en el control de las personas en las fronteras, sino sobre todo en la mejora de las condiciones de vida de los países origen de la migración, lo que requiere afrontar las raíces de estos movimientos migratorios, y nuestras responsabilidades (políticas, económicas, comerciales) en haber convertido a estos países en lugares en los que no es posible tener un futuro digno y en, algunos casos, ni siquiera vivir. Si todos sabemos cuáles son las soluciones, UGT no entiende cual es el objeto de este pacto de estado que se limita al control de personas en las fronteras, que nace de un hecho en el que murieron 14 personas y en que la actuación del Gobierno se ha cuestionado. A no ser, que este pretendido pacto, tenga únicamente por finalidad renunciar a las verdaderas soluciones que obviamente tienen efectos en el largo plazo y optar por la vía fácil, simplemente hacer lo necesario para que no entren. Una vía, por otra parte, que corre el riesgo de querer legitimar medidas y actuaciones para el control de fronteras, que no son asumibles, ni aceptables.
Un pacto que no es sobre inmigración, ni tan siquiera sobre regulación de flujos migratorios. Denominarlo así, confunde a la sociedad española de la que forman parte millones de migrantes, una sociedad que envía personas al exterior que somos, a su vez. inmigrantes en otros países. Si con el pacto, se pretende al mismo tiempo, endurecer la normativa en materia de extranjería, tomando como excusa la llegada de personas a Ceuta y Melilla, no habrá mucha diferencia entre nuestra actuación y decisiones como la de Suiza, que hace un año quiso limitar la entrada de españoles y que ahora ya anunciado que se salta los Acuerdos de libre circulación con la Unión Europea. No olvidemos que para ciertos países de la Unión Europea, los españoles somos ?inmigrantes no deseados?, y que en la Unión hay un ascenso de los partidos de ultraderecha. Ayer mismo, la eurodiputada Marine Le Pen y un diputado belga presentaron una propuesta de resolución del Parlamento Europeo, para eliminar la Agencia de derechos fundamentales de la Unión Europea porque, entre otras razones la agencia recurre a métodos poco científicos, como equiparar la prohibición del hiyab con el racismo o adopta posiciones que no tienen nada que ver con los derechos fundamentales, como la defensa de voto para los extranjeros.
En cualquier caso, España ya ha tomado medidas para endurecer la vida de los migrantes, de quienes están y de quienes nos vamos, pero solo de quienes no tenemos más medios económicos que nuestro trabajo: deja sin asistencia sanitaria a los extranjeros sin autorización de residencia, endurece el acceso de todas las personas y aun mas de los residentes regulares a la sanidad, limita el acceso a las becas de los niños y niñas de nacionalidad comunitaria en una decisión claramente inconstitucional, elimina el prestaciones de la seguridad social y de asistencia sanitaria a españoles o no, que estén fuera del país más de tres meses, una medida que la Comisión Europea ya ha declarado que no es compatible con los reglamentos comunitarios. Por el contrario, ha puesto una alfombra roja a los inversores extranjeros, a las grandes empresas que quieren contratar a personal cualificado o no. Política de inmigración y emigración clasista, una para pobres y otra para ricos.
Si el Gobierno quiere abordar las causas de la migración que llega a las Ciudades Autónomas, con las soluciones que todos sabemos que son necesarias, entonces si necesitará un Pacto de Estado que, desde el consenso de todas las fuerzas políticas y de los interlocutores sociales, sirva para presionar en la modificación de las políticas de la Unión Europea, para implicar a las instituciones Europeas e internacionales y hacer frente a los grupos de interés que prefieren que África siga siendo un continente rico para los demás, pero pobre para sus habitantes. Si lo que quiere es otra cosa, por favor, que no hablen de Pacto de Estado, y que no lo llamen inmigración cuando quieren decir endurecer las fronteras.
Abordar la inmigración, implica, entre otras cosas, abordar la situación de las personas de nacionalidad extranjera que forman parte de esta sociedad, y cuya posición en el mercado de trabajo nunca ha sido buena, pero ahora se ha endurecido y empeorado, condicionando su posición en la sociedad, su protección social, su riesgo de exclusión y pobreza y su posibilidad de permanecer en este país de forma regular.
Datos más relevantes del informe ?Desigualdad por nacionalidad en el mercado de trabajo?: