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Como ya habíamos informado nuestra organización ha fijado su posición con respecto a los contenidos conocidos del plan de igualdad de Hipercor, y nos han merecido un rotundo rechazo al no favorecer ni contemplar políticas que permitan la conciliación de la vida personal y laboral de los trabajadores y trabajadoras, en cuestiones que son básicas para que el contenido del plan sea mínimamente creíble y contengan compromisos reales para la vida de los trabajadores y trabajadoras.
Y resulta que a los de la Fasga ?que ostentan la mayoría de la representación sindical? ante la falta de propuestas que contengan estos principios, se cogen un berrinche de críos caprichosos, y todo porque desde nuestra responsabilidad en defensa de los intereses de los trabajadores no nos plegamos a sus caprichos, que dicho sea de paso son los mismos que los de la empresa.
Y en su delirio infantil tachan de dictadura, lo que es seriedad, compromiso y coherencia de nuestros planteamientos, porque que nos digan si estamos equivocados cuando decimos que el plan de igualdad debe contener:
- La igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en el acceso, la selección, la contratación, la promoción y la formación.
- Avanzar en la corresponsabilidad.
- Aplicar la perspectiva de género a todas las áreas, políticas y decisiones de la empresa (transversalidad de género).
- Garantizar la igualdad de retribución por trabajos de igual valor.
- El reconocimiento del descanso semanal efectivo, la realización de un diagnóstico para evaluar el impacto y la repercusión que está teniendo, en la conciliación familiar, personal y profesional de los trabajadores y trabajadoras de HIPERCOR, el acuerdo suscrito por Fetico y Fasga, por el que se desregula la jornada y para que, como fin último, se alcance un nuevo acuerdo en el que no solo se tengan en cuenta los intereses de la empresa en la ordenación del tiempo de trabajo.
- El compromiso real de la empresa para cumplir lo pactado en el plan de igualdad.
Así que cuando superen su grave problema de dependencia de las directrices empresariales y sean capaces de hacer propuestas en defensa de los intereses de los trabajadores y trabajadoras seguro que entienden nuestra posición.
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